Pesquisa
Grupo de trabajo (GT) de la UNILA estudia dinámicas de la pandemia en diferentes escenarios de aislamiento social
Desde el inicio de abril, un grupo de profesores de la UNILA y de profesionales de salud de Foz de Iguazú trabaja de forma conjunta, aplicando modelos matemáticos para intentar hacer proyecciones de la propagación de Covid-19 en el municipio y en la región trinacional. En esta semana, el grupo de trabajo publicó el primer reporte que evalúa cómo sería la evolución del número de infectados por Sars-CoV-2 en diferentes escenarios de aislamiento social. Una de las conclusiones del estudio es que el llamado aislamiento vertical – que tiene como enfoque exclusivamente adultos mayores y personas de los grupos de riesgo – sería ineficaz para contener la pandemia del nuevo coronavirus en Foz de Iguazú. El documento también pide precaución en la reapertura de locales dirigidos para actividades de recreación, además de escuelas y universidades. Acceda aquí el reporte en su totalidad.
El estudio usa como base el modelo matemático epidemiológico SEIR-Net, que es muy utilizado alrededor del mundo para entender las dinámicas de la Covid-19. En ese modelo, las personas son divididas en cuatro compartimientos: Susceptibles (pueden ser infectadas por la enfermedad), Expuestas (tuvieron contacto con el virus, pero todavía no lo transmiten), Infectadas (tienen la enfermedad y pueden infectar a otras personas) y Removidas (que no pueden más contraer la enfermedad ni transmitirla para los demás). El profesor Luiz Roberto Ribeiro Faria Junior, autor principal del estudio, alerta que los resultados de las proyecciones son cualitativos. “Como todavía no tenemos muchos datos de pruebas, la definición de los parámetros para un análisis cuantitativo todavía es un poco complicada. Pero el análisis cualitativo nos permite hacer comparaciones entre escenarios de modo robusto”, explicó.
El modelo SEIR-Net permite estudiar algunos escenarios de aislamiento y distanciamiento social, con enfoque en grupos específicos. En la investigación del GT de la UNILA, los grupos fueron divididos por la fracción de cada rango de edad de la población de Foz de Iguazú.
Aislamiento de 70% de la población es lo ideal, pero existen otras alternativas
La principal conclusión del estudio es que el aislamiento social debe ser la estrategia central para el control de la velocidad y de la intensidad del pico de infección por el Sars-Cov-2. Por las proyecciones realizadas, el escenario ideal de aislamiento sería de por lo menos 70% en todos los rangos de edad. Este sería el porcentaje de aislamiento que sería capaz de cambiar la dinámica de infecciones y aplanar realmente la curva de contagio. “Los efectos tienen más impacto cuando se pasa de 60% para 70% del aislamiento, de que del 70% para 80%, por ejemplo”, dice Faria Júnior.
Sin embargo, el investigador resalta que eso no implica necesariamente que el aislamiento debe ser del 70% en todos los rangos de edad. “Si hubiera una reducción más significativa en algunos rangos de edad, puede haber cierta flexibilización en otros. Es posible que se llegue a una reducción global de 70% de diferentes formas”, explica.
En la comparación de algunos escenarios, el estudio mostró que si 20% de los adultos (25 a 59 años) y 90% de los adultos mayores, jóvenes y niños de Foz de Iguazú respetaran el aislamiento de forma rigurosa, habría una ganancia cualitativa en términos de tiempo y tamaño del pico de infección. Eso porque en la ciudad, el rango de edad de 25 a 59 años representa casi el 50% de la población, según los datos del Instituto Paranaense de Desarrollo Económico y Social (Ipardes).
Por causa de la población joven, la reapertura de escuelas y universidades en Foz de Iguazú debe ser una decisión tomada con bastante cautela. “La decisión por reinsertar fuertemente tales rangos de edad en la dinámica de contagio de la enfermedad puede tener efectos muy serios. Aunque no tenemos cuantificado el número de interacciones en la población escolar, es posible inferir que ese número sea bastante alto. Un riesgo adicional es que, si los niños fueran en gran parte asintomáticos, el número de infectados podría aumentar rápidamente”, explica Luis Roberto Ribeiro Faría Junior. El profesor citó como ejemplo un estudio francés que mostró que ocho semanas de escuelas cerradas y 25% de teletrabajo para adultos serían suficientes para postergar el pico de la epidemia en casi dos meses, con reducción aproximada del 40% en la incidencia de casos.
El mito del aislamiento vertical
Otro dato que se debe tener en cuenta en el momento de pensar políticas de combate a la pandemia es la población de adultos mayores. Aproximadamente 7% de los habitantes de Foz de Iguazú tienen más de 60 años y es por eso que el aislamiento vertical concentrado apenas en ese rango de edad sería una estrategia ineficaz. "En este tipo de aislamiento, apenas una parte pequeña de los susceptibles sería retirada de forma más fuerte de la dinámica de la población. Y la mayor parte de las interacciones sociales y, consecuentemente, eventos de contagio, va a ocurrir entre niños, jóvenes y adultos que representan la gran mayoría de la población”, complementa el profesor. Además de eso, las informaciones ya existentes sobre la Covid-19 en Brasil muestran que la enfermedad está lejos de ser un riesgo sólo para los adultos mayores. En el momento en que el reporte fue redactado, a fines de mayo, 54 de las 169 muertes confirmadas por Covid-19 en el Paraná eran pacientes con menos de 60 años, así como dos de las muertes registradas hasta el momento en Foz de Iguazú.
El modelo estudiado por el GT de la UNILA no tiene en cuenta que algunas personas interactúan mucho más que otras. Sin embargo, el estudio refuerza que la idea de aislamiento pasa por quebrar las redes de contacto de manera que la enfermedad no se expanda. ”Es esperado que algunas personas altamente conectadas, que interactúan con mucho más personas que la media, puedan funcionar como hubs para la expansión de la infección. Profesores de la educación infantil y cajeros de supermercados, por ejemplo, interactúan con una cantidad inmensa de personas. Estos trabajadores podrían expandir mucho más rápido la infección de los profesionales que trabajan aislados, como los contables”, explicó Faría Junior. Todavía, hay pesquisas que apuntan que, con medidas estrictas de distanciamiento social, el número de interacciones de un individuo puede ser hasta seis veces menor, limitándose a contactos con familiares que viven en la misma casa y salidas para actividades esenciales. Ese efecto podría ser seguramente más severo en el caso de personas altamente conectadas.
El reporte resalta, todavía, que las curvas más suaves y más tardías no implican en control de la enfermedad, y si en el control de la velocidad e intensidad de la curva. Para el profesor Luis Roberto Ribeiro Faria Junior, mientras no haya un esquema de vacunas eficiente, el Sars-CoV- 2 seguirá siendo un problema grave de salud pública. “Cuando se piensa con responsabilidad en el número absoluto de muertos asociados a porcentajes relativamente bajos de mortalidad, en un contexto donde todos son susceptibles, se percibe que la inmunidad de rebaño no es una opción. Por lo menos no para quien valora mínimamente la salud y el bienestar de las personas”.
Grupo interdisciplinar
El reporte “Dinámica de la evolución del número de infectados por Sars-CoV-2 en diferentes niveles del aislamiento social: un estudio de caso para Foz de Iguazú con el modelo SEIR-Net" es el primer estudio del Grupo de Trabajo de Proyecciones de la UNILA. El equipo reúne profesionales e investigadores de las áreas de Salud Colectiva, Medicina, Epidemiología, Biología, Geografía, Física y de las Ingenierías y que estudian las dinámicas de la Covid-19, teniendo en cuenta la localización y las características poblacionales de Foz de Iguazú, del oeste de Paraná y de la Triple Frontera. "Los resultados son construidos a través de discusiones científicas basadas en estudios de otros grupos de investigaciones alrededor del mundo y también obtenidas de experiencias con otras pandemias que ya ocurrieron en el pasado y, es importante decir, fueron vencidas por la humanidad”, explica el coordinador del grupo de trabajo, profesor Ricardo Hartmann.
Con los estudios, el GT pretende proporcionar informaciones científicas a la población de Foz de Iguazú y auxiliar en la toma de decisiones de las autoridades del municipio. Entre los miembros externos de la UNILA, están los técnicos Mara Ripoli y Rodrigo Gaete, que apoyan el trabajo de vigilancia epidemiológica en la alcaldía de Foz de Iguazú, además de actuar proporcionando los datos y apoyando en los análisis del proceso sobre la situación de la pandemia en el municipio. ”Los análisis de rutina ya son hechos por los técnicos que actúan en el sistema de salud. Pero la perspectiva de hacer proyecciones de casos e intentar entender el comportamiento de la pandemia demanda una discusión más profunda y basada sobre esas informaciones del municipio. Además, uno de los principales desafíos del GT es ampliar los análisis para el macroregional de salud, bien como para la región transfronteriza”, dice Rodrigo.
El GT de Proyecciones hace parte de una de las nueve acciones institucionales de enfrentamiento de la Covid-19 promovidas por la UNILA con el apoyo de la comunidad externa. El grupo también está trabajando en una línea de tiempo que va a presentar todo el histórico de la enfermedad en Foz de Iguazú y que será divulgada en breve. Los interesados en entrar en contacto con el grupo pueden escribir para el e-mail ricardo.hartmann@unila.edu.br.